Fiestas del Carmen 2012 Cangas del Narcea - La Descarga

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Detalles: Creado en Martes, 17 Julio 2012 13:00; Escrito por Pablo Navarro - pabnaca @ pirofan.com

Está en medio de un paraje espectacular, donde los ríos Narcea y Luiña Se juntan, escondida entre montañas. Cangas del Narcea cada año a mediados del Julio celebra las fiestas del Carmen, y lo hace con la pólvora en una impresionante liturgia del fuego, un extenso programa de disparos que culmina con la gran descarga.

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Esta tradición no se puede entender sin un determinado tipo de artificio (al igual que el “masclet” o el “coet” en tierras de Levante); me refiero al cohete volador o a la salida, artificio que no sólo es imprescindible en la fiesta, sino que está en el alma y en el corazón de los cangueses. Cangas no se entiende sin el soplar del volador, sin la estela dorada que deja, sin la sensación que causa al alzar el vuelo, sin su tronar escampado… Se trata de un artificio cuyo efecto tiene principio, desarrollo y fin, y hay que tenerlo presente: Disparar un volador no es tirar un petardo, es todo un ritual (que el que escribe ha tenido la inmensa suerte de realizar) Y que no se realiza solo. Siempre quedará al lado del tirador de voladores la figura leal y cómplice del apurridor, que uno a uno se los va pasando. Y es tradición que en los últimos que queden por quemar se cambien papeles, y el apurridor pase a disparar; es la imagen de la generación más joven cogiendo el relevo de la tradición.

Durante las fiestas varias son las tiradas que se realizan a mano de manera conjunta, tanto de día como de noche, y especialmente bella es la que se realiza en la víspera del Carmen, con las peñas desde sus tradicionales casetas, muchas de ellas por las montañas, dibujando una gigantesca cúpula de fuego sobre Cangas. Es una imagen bellísima y muy difícil de explicar, es uno de los grandes tesoros de Cangas, su noche de fuegos.

En esa noche del día 15 de Julio las peñas organizan castillos de fuegos artificiales. Es una noche mágica en la que los fuegos rodean cangas por las montañas para acabar en el mismo corazón centro (en el prado situado en la zona de “Ambasaguas”), donde se realiza la gran descarga. Se vieron desde fuegos más convencionales (me refiero a castillos de fuegos a los que estamos acostumbrados) hasta disparos más típicos de la zona del norte, con uso de cohetes voladores disparados desde máquinas. Las empresas encargadas fueron las pirotecnias Pablo y Astariz y se vieron multitud de efectos: voladores, italianas potentísimos truenos de aviso (de calibres 150 y superiores) que retumbaban en el paisaje, etc.

Tras estos disparos la muestra de fuegos terminó en el prado de la descarga con un precioso castillo piromusical realizado por Pirotecnia Pablo. Era la primera vez que se realizaba un piromusical en Cangas, y el resultado fue estupendo. “queremos ofrecer cada año algo nuevo… la intención es hacer variedad en esta noche” nos comentaba Jose, de Pirotecnia Pablo, y así fue. Es de agradecer siempre la intención de introducir innovaciones, y más en un lugar tan vinculado a la cultura y a la tradición del fuego.

Tiradas a mano, fuegos artificiales... y el tercer y más significativo tipo de disparo que queda por explicar: las descargas de voladores. En estas, mecanizados con las llamadas “máquinas” los voladores se ordenan con rigor de manera creciente. Es un tipo de disparo perfectamente establecido bajo unos “cánones”: Las detonaciones deben ser continuas, sin sobresaltos, e ir creciendo en calibre y cantidad de forma casi exponencial. Resulta muy sencillo explicarlo, pero hacer una buena descarga de voladores es algo verdaderamente difícil. Así como en la mascletá se trata de ir marcando un ritmo con calibres diferentes, en la descarga se trata de no crearlo, de hacer rugir el cielo poco a poco hasta culminar con un arrebato ensordecedor sin solución de continuidad, sin más. Es la peculiar sonoridad del Norte y en concreto la de Cangas, que a lo largo de sus fiestas se puede disfrutar en varias ocasiones.

Pero hay una descarga especial, una mucho más solemne que las demás:

Cuando en el día 16 de Julio, a las 8:20 aproximadamente la virgen en procesión llega a lo alto del puente, justo debajo del (curiosísimo y tradicional) farol, Cangas realiza una verdadera oración de pólvora. Llega el momento de la gran descarga, el monumental disparo de voladores que primero a mano y después con maquinas el pueblo monta con sus manos. Son 6 minutos imposibles de explicar. Una sucesión mágica de hechos: primero los tiradores a mano, luego entran las máquinas siempre doblando la potencia… 1, 2, 4, 8, para llegar a la culminación: 98 docenas de barrenos apuntalados con candelas turbo y volcanes de trueno. Las lágrimas, los abrazos, los recuerdos de la gente, el olor a pólvora, el espeluznante tronar… Son instantes ensordecedores en los que Cangas y alrededores se detienen ante la gigantesca máquina sonora. No es otra cosa que la poética del trueno en su máxima expresión.

En resumen, unos días inolvidables que cada año Cangas vuelve a vivir, llenos de rincones preciosos, de momentos emotivos, e impregnados del poder purificador del fuego.

A continuación una pequeña selección fotográfica. La galería completa la podrás ver en nuestra página de facebook

Videos de algunos espectáculos y momentos.